
En las últimas horas se ha conocido el despliegue extraordinario de fuerzas militares norteamericanas en el Caribe sur, aduciendo combate contra el narcotráfico y el narcoterrorismo. Evidentemente esto constituye una amenaza abierta e insolente a la soberanía nacional de cualquier país de la región. Repudiamos este despligue de manera enérgica, convocando al espíritu antiimperialista que ha caracterizado a las fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias del continente.
La tragedia es que esto ocurre en un momento en el cual el gobierno de Nicolás Maduro ha decidido aplicar el más brutal de los ajustes económicos contra la clase trabajadora, la proscripción de la izquierda revolucionaria y la persecución al movimiento social.
Es momento de construir una auténtica y popular unidad nacional, para lo cual se requiere:
*Organizar el clamor de las mayorías populares que demandan garantías procesales para enjuiciados, perseguidos e incriminados por disentir
*Impulsar un aumento general de salarios y reabrir las discusiones contractuales
*Retornar al estado de derecho plasmado en la Constitución de 1999, especialmente en la recuperación plena de la libertad de opinión, pensamiento y movilización pacífica.
El gobierno nacional pareciera usar el discurso antiimperialista para mantener cuotas de solidaridad de movimientos sociales y gobiernos aliados. Cualquier estrategia que se asuma para enfrentar la amenaza imperialista, debe construirse evitando profundizar el sufrimiento de un pueblo que ha tenido que soportar la desalarización del trabajo, la disolución de la seguridad social y el deterioro de los servicios públicos básicos.
Es hora de exigir a quienes han vivido de la crisis venezolana: parlamentarios, magistrados, banqueros, altos funcionarios; que sean ellos quienes se coloquen en la primera línea de la estrategia militar de contención, evitando que vuelvan a ser los más pobres sobre quienes recaiga el peso de esta crisis.
La patria se defiende con mayores libertades y más democracia, nunca con autoritarismo y persecución a quienes luchan por justicia social. Por eso, exigimos al gobierno nacional a cesar en el ataque desatado contra las organizaciones de izquierda, el movimiento social y los partidos políticos. La unidad nacional nos debe convocar a todos, superando las heridas para fortalecer la democracia, recuperando plenamente el estado de derecho y justicia.
¡La unidad nacional debe construirse a partir del régimen de derechos consagrados en la Constitución Nacional!
Condenamos cualquier intromisión extranjera
Basta de amenazas y represión al movimiento popular por reclamar sus derechos.
Comunes / Com. Iternacional
21.08.25